Educación financiera a temprana edad

Hoy en día, los jóvenes, desde la secundaria, están tomando decisiones financieras importantes que afectan su futuro: hacer compras, tanto físicas como a través de internet, trabajar y recibir un sueldo, pagar ciertas facturas como las de su celular o tener cuentas de ahorro. Estas son actividades sencillas y relativamente fáciles de manejar, siempre y cuando sean tomadas con conciencia y conocimiento sobre cómo funcionan los mercados financieros, y de las oportunidades que te pueden brindar. Por ende, debes plantearte como meta educarte desde temprana edad en materia financiera El conocimiento de tus finanzas es esencial para el futuro y el bienestar de todos a corto y largo plazo. Una buena educación financiera es un impulso importante para lograr nuestras metas a través del manejo apropiado de nuestro dinero. 

Educar a nuestros jóvenes sobre sus finanzas desde temprana edad garantiza que ellos se familiaricen con el concepto del ahorro y la importancia de controlar sus gastos. Esto implica que conozcan cuánto, cómo, en qué y por qué gastar o ahorrar. Igualmente, los ayudará a tomar decisiones de mayor envergadura, tales como hasta dónde endeudarse para sustentar sus estudios o comprar su primer carro, si así lo deciden. Esto hace imperativo que se eduquen tanto desde el hogar como desde las escuelas y colegios.

 

 

Introducir contenido sobre finanzas personales en las escuelas y colegios es imperativo. La educación financiera en estas instituciones debe llevar a que los estudiantes tomen conciencia de la planificación como herramienta de vida, y con ello la importancia de la priorización para mantener sus finanzas personales en orden, de modo que puedan satisfacer sus prioridades y preferencias actuales sin tener que sacrificarlas en el futuro. Adicionalmente, se les debe enseñar sobre las opciones e instrumentos que existen para ayudarlos a manejar y hacer crecer su riqueza. Como parte de una educación integral, los centros educativos deben apoyar a que los jóvenes se familiaricen con los conceptos financieros y que puedan aplicarlos efectivamente en su día a día, con pensamiento crítico. Se deben fomentar también el interés y la curiosidad por aprender sobre el tema, de manera que el estudiante se mantenga en constante contacto con el mundo financiero evolutivo. Estas enseñanzas deben inculcarse de manera tal que, a mediano plazo, se pueda observar un mejoramiento de las condiciones financieras de los estudiantes.


No obstante, ¿qué aporte puedes hacer para contribuir con que los jóvenes conozcan y manejen sus finanzas apropiadamente? Puedes empezar actuando desde tu hogar. Como centro de formación, el hogar es el lugar idóneo que inculques este tipo de enseñanza. Puedes transmitir estas enseñanzas en tu hogar por diferentes vías: (i) a través del ejemplo, si llevas unas finanzas de hogar transparente, (ii) manteniéndote en constante comunicación con los demás sobre las decisiones que se toman y cómo esto impacta e involucra a todos, (iii) incentivando a los jóvenes a manejar desde temprano sus finanzas, con mesadas y apoyando en la planificación. Como futuro inversionista, es relevante que la imagen que los jóvenes perciben en el hogar sea de un constante contacto con el mercado financiero y su evolución, para que más adelante tomen las decisiones en función del buen ejemplo recibido.

La educación, específicamente en lo referente al mercado financiero, no debe ser una opción, debe ser una meta para todos. Esto brindará el soporte necesario para que los jóvenes se conviertan en inversionistas exitosos, tomando las mejores decisiones. Hoy en día, tanto las instituciones financieras, las universidades, así como los medios de comunicación, ofrecen mucha información y herramientas para apoyarnos a todos en esta tarea.